13.3.10

"La Soga" (Alfred Hitchcock, 1948)

He vuelto a asistir a una de las proyecciones del Cineclub Las Tres Luces y en muy agradable compañía he podido volver a disfrutar de "La Soga"
Película por la que realmente siento cierta debilidad básicamente porque me encanta y después de este revisionado me encanta aún más, dejando a un lado la intriga por saber que iba a ocurrir, he podido deleitarme en los pequeños detalles y realmente no puedo dejar de alabar el trabajo tanto de los actores como del propio Hitchcock que es capaz de montarse una película entretenida que consigue mantener al espectador pegado a la butaca que transcurre en una sola localización y que además está rodada en un gran plano-secuencia (con un poco de trampilla ya que se veía obligado a tener que cortar para cambiar el rollo de la cámara pero que realmente da el pego).

A parte de los diversos dilemas morales que plantea la película y demás utopías lo realmente interesante, para mi, es la relación de los dos protagonistas Brandon (John Dall) y Phillip (Farley Granger) sin lugar a dudas comparten algo más que su pasión por el asesinato... y es que la tensión creciente en el ambiente es directamente proporcional a la tensión sexual que desprenden cada vez que hablan el uno con el otro, tensión que se va acumulando y que explota de la forma más DramaQueen posible cuando Brandon abofetea a Phillip.
Pero dejando a un lado posibles lecturas entre líneas, lo cierto es que no son conclusiones sacadas de contexto sino que realmente estamos ante una pareja de homosexuales asesinos que es lo que realmente interesaba a Hitchcock, como el propio guionista de la película afirma, el problema es que en aquellos tiempos que corrían la censura cortaba el bacalao y la homosexualidad pues no estaba muy bien vista que digamos...

¿Quiere esto decir que esta película intenta dar una mala visión de los homosexuales? Pues sinceramente no lo creo, que estos dos jóvenes brillantes con futuros prometedores jueguen a ser asesinos está más en relación con su educación y su valoración personal como seres superiores a según que otros individuos, idea que ha implantado en sus mentes principalmente su mentor Rupert Cadell (James Stewart) y precisamente el único que es capaz de sospechar que algo extraño ocurre a su alrededor y que con gran pesar deberá enfrentarse a sus propia ideología aceptando su rotundo fracaso.
Teniendo tan cerca el fin de la IIª Guerra Mundial, no es de extrañar que la película se recree en ese final en el que todas las teorías expuestas a lo largo de la propia película acaban por los suelos sin posibilidad de ser rebatidas.


En definitiva, totalmente recomendable, es más de obligado visionado me atrevería a decir.. xD
Mención especial a la originalidad del trailer que nos da la oportunidad de disfrutar durante unos segundos del cadáver de la fiesta aún con signos vitales.

2 comentarios:

JAVI dijo...

¡Qué envidia poder ver una película de Hitchcock en pantalla grande! La historia real de estos dos chicos homosexuales fue escrita para teatro por Meyer Levin y ha tenido también otras versiones cinematográficas famosas como "Compulsion" (1959) de Richard Fleisher y "Swoon" (1992) de Tom Kalin, una de las grandes referencias del New queer cinema. Realmente la de Hitchcock es la mejor por diversas razones pero las otras también están muy bien. Te las recomiendo.

Saludos.

Chébere dijo...

Ya hace unos años que vi 'La soga' y continúa en mi memoria como un gran recuerdo. Pero ahora, después de leerte, tengo unas ganas terribles de volver a verla.