Posiblemente el estreno más esperado por hordas de veinteañeros cegados por su recuerdo de lo que ellos creen supuso la revolución del cine de terror en los noventa cuando eran teenagers, yo simplemente tenía curiosidad por ver cómo pretendían esta vez seguir explotando la que en su momento fue la gallina de los huevos de oro (y que ya comenté aquí) y así mientras media España se encontraba viendo el Madrid-Barça, Hugo y yo nos fuimos al cine a ver Scre4m.
No me malinterpretéis, no tengo nada en contra de la saga Scream, es más, la he disfrutado en su momento (los 90) y hace un par de años cuando la revisioné. En el momento exacto en el que nos encontramos el terror que se estilaba en la saga original estaría obsoleto por completo y esa era una de las incógnitas en esta ocasión, ¿seguirían la misma línea o por el contrario, y haciendo caso al eslogan principal, sería toda una revolución para el terror del s.XXI? Pues mira, revoluciones pocas, más bien un poco de más de lo mismo pero con mucha autoparodia que siempre se agradece. Realmente es una película que si simpatizas con la saga original te hará disfrutar de lo lindo.
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