Tras dos semanas en las que me ha sido imposible asistir, una por encontrarme en la taquilla con el cartelito de "entradas agotadas" y otra por pura vaguería, esta tarde he regresado al ya famoso en este blog ciclo del Teatro Liceo de "Películas que burlaron la censura en España" pudiendo disfrutar en esta ocasión de "Plácido"

Crítica arrolladora a la sociedad pudiente e hipócrita de la España de aquellos tiempos pero perfectamente aplicable a la actualidad. Lo que importa ante todo es guardar las apariencias y que todo el mundo vea lo bueno o caritativo que eres aunque sea a costa de banalizar los problemas de los más desfavorecidos.
Con un toque cómico que realmente resulta funcionar de maravilla la película pone frente a frente dos caras de una misma moneda: ricos y pobres.
Aunque el verdadero protagonista de la cinta, Plácido, no es rico ni mucho ni tampoco pobre, es un trabajador como la mayoría de la población española de aquellos momentos que intenta salir a delante cuyo único objetivo es salir adelante. Él durante toda la película permanece ajeno al asunto de la caridad a pesar de que se ve arrastrado a ello involuntariamente, a él lo único que le preocupa es conseguir el dinero para pagar la letra de su vehículo, ni más ni menos...
En definitiva, situaciones totalmente rocambolescas que consiguen mantenernos pegados al asiento y que además pueden llegar a ser más reales de lo que uno se piensa.