Parecen estar convencidos hasta la médula de hacernos comulgar con el maldito 3D y ya que los estrenos en ese formato están siendo un completo fracaso en taquilla (para lo esperado de ellos) han decidido tirar de esas películas que permanecen en nuestro subconsciente con cualquier excusa conmemorativa (a veces ni eso). Y bueno, no es que yo muriera de ganas por volver a ver El Rey León en 3D esta vez pero oye, admitamos que cuando nos tocan los recuerdos infantiles son pocos los que consiguen salir indemnes.
La película sigue siendo la misma, eso sí, pero ahora si como yo eres de los que sus padres no le llevaron a verla al cine y tuvo que verla en el salón de su casa en VHS podrás redimirte y con la cabeza alta decir que por fin la viste en todo su esplendor. Aunque después de todo me quedo con aquel primer visionado de 1996 en el que reunimos a toda la familia para verla juntos en amor y compañía.
