"La Sirenita" (John Musker & Ron Clements, 1989)

Sí alguien se molestara en preguntar a la juventud marica cuál es su película Disney favorita, seguramente la gran mayoría (que no toda) respondería sin dudar "La Sirenita"

Es algo sorprendente y que conste que no hablo desde la ceguera que me podría producir encontrarme ante mi película favorita de la infancia de todos los tiempos sino que realmente me he dedicado a ir preguntando a más o menos todos mis amigos y casi todos compartimos la misma fascinación por esta película (al igual que compartimos el odio/repulsión hacia sus secuelas/precuelas). Por eso no es de extrañar que el día que @alberMD me invitó a cenar a su casa acabáramos viendo, cantando (él más que yo) y en definitiva disfrutando esta maravillosa película.

La historia es bien sabida: Joven sirena se enamora de joven humano y desafiando a su propio padre hace un pacto con la malvada bruja del mar para convertirse en humana y así poder ser feliz con su amado en la superficie pero todo se complica cuando la bruja le quita la voz como pago por la transformación y la joven no es capaz de hacer ver a su amado que es ella ya que él a su vez ha sido hechizado por la malvada bruja que también se ha convertido en humana. Un drama todo pero como esto es Disney al final todo acaba true love forever and ever.
Vamos, estamos ante lo que sería un cuento de princesa típico pero "La Sirenita" va un poco más allá realmente planteando un trasfondo bastante queer al asunto. Realmente no es que yo esté muy versado en estos temas pero no hay que ser ningún licenciado para poder entender que la pobre Ariel no se sentía feliz ateniéndose a las normas que su propio mundo le imponía, nació sirena y eso ya la condicionó a vivir como sirena en un mundo sirenocentrista donde el ser humano no tiene cabida, es más, está prohibido todo contacto con la superficie. Se desarrolla en Tritón (el rey del mar, padre de Ariel) una especie de humanofobia a priori irracional basada en prejuicios (digo a priori porque posteriormente en "The Little Mermaid: Ariel's Beginning" se descubre el porqué de ese odio). Todo esto por no hablar ya de la caracterización de una de las estrellas de la función ya que para representar a Úrsula, la malvada bruja del mar, se busco inspiración en ni más ni menos que Divine, estrella del transformismo por excelencia.

Teorizaciones a parte, la película merece estar en lo más alto del podium de clásicos Disney ya no sólo por sus carismáticos personajes, ya que todos y cada uno son partícipes activos de la trama, incluso el príncipe que hasta ese momento en el universo Disney simplemente había sido una figura accidental que simplemente pasaba por allí (aquí Eric demuestra que él también está dispuesto a luchar por el amor verdadero y arriesga su vida igualando en valentía a la mismísima Ariel) sino sobretodo por esas canciones magníficas que componen su banda sonora. Desde "Under the Sea" (Bajo el mar) hasta "Kiss the Girl" (Bésala) pasando por "Poor unfortunable Souls" (Pobres almas en desgracia) son todos unos temazos pero sin duda el que mejor define el espíritu de la película es "Part of your world" (Parte de él) y para que no haya polémicas entre si es mejor el doblaje latino original del '89 (el mejor sin duda) o la remasterización española del '99 aquí os lo dejo en versión original para que lo disfrutéis: